Por Nancy Águila
Este martes Estados Unidos dió vuelta a otra página en su historia. Por primera vez un afroamericano toma el poder y las minorías lograron hacer la diferencia. El sentimiento colectivo fue de gozo. Bastó ver las imágenes por televisión para percibir la emoción de un pueblo hastiado por las torpezas de George W. Bush.
Ahora todos entendimos también que los negros tenían su propio sueño americano: Tener un líder que los representara como raza étnica. Su historia como esclavos es equiparable a la sufrida por los nativos de toda América, que tras ser conquistados, padecieron opresión, esclavitud, racismo y pobreza.
Ahora la vida les da la oportunidad de equilibrar la balanza. Como no sucedía desde 1920 cuando se da el voto femenino, el 4 de noviembre de 2008 los americanos decidieron hacer valer su sufragio. Los electores emitieron un voto consciente, deseoso, esperanzador en favor de su candidato: el demócrata Barack Obama. Bien dijo MacCain en su discurso de derrota: "El pueblo ha hablado y ha hablado claro".
El día de las elecciones no sólo ganó la presidencia un afroamericano, ganó la voz de los ciudadanos de este país, quienes hoy como nunca antes se prepararon con tiempo para asistir a las urnas. Las lagrimas brotaron tanto entre demócratas como republicanos. Unos por su derrota y otros por ser posible lo que parecía imposible.
Fue inevitable no contagiarse del sentimiento de la gente, sobre todo de los afroamericanos. Su emoción era dulce, conmovía, desgarraba a los que fuimos testigos de esta contienda histórica.
Barack Obama, sereno, calificó su victoria como "la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados. Estadounidenses que transmitieron al mundo el mensaje de que nunca hemos sido simplemente una colección de individuos ni una colección de estados rojos y estados azules".
La Era Bush terminará el 20 de enero acompañada de un muro, de terrorismo, guerra y miseria. La que viene, la de Obama, iniciará llena de esperanza. Opiniones en: www.nancyaguila.blogspot.com, nancyaguila90@yahoo.com, y 995 Southº Yates, Ste. 3, Memphis, TN. 38119.